La energía solar es la solución

Antonio Ruíz de Elvira, 21/03/2007

14 de marzo.- Se han reunido en Bruselas un grupo de gestores sociales, personas sin más mérito que haber ganado la confianza de una parte de su electorado. Han estado decidiendo sobre un esquema nuevo de energía, es decir, sobre nuestra vida, sin, salvo la señora Merkel (Doctor en Ciencias Físicas), tener ni la más remota idea de que es de lo que están hablando.

Se trata de poner en marcha una revolución radical en la forma de pensar, de enfocar la vida. Se trata de cambiar la energía monopolística que el 'Gran Hermano' nos 'regala', por una energía que cada uno de nosotros nos damos a nosotros mismos. O cambiamos, hoy, ya, la forma de entender la energía, o deshacemos nuestras posibilidades de vida.

¿Podemos, como exige la Unión Europea, sustituir el carbono como vector energético? Sin la menor duda. La Comisión Europea plantea una reducción del 20% de la energía derivada del vector carbono para 2020. Es un objetivo timorato. Podemos, y debemos, hacerlo mucho mejor. La solución está ya en las tiendas, y en los laboratorios.

Salvo la señora Merkel, ¿saben algo de esto los que han decidido nuestro futuro en Bruselas? El optar por un 20% de energías renovables en el 2020, y por un 70% en el 2070 no solo es perfectamente posible, sino que es inmensamente positivo para la población mundial y para la española.

¿Cuántos puestos de trabajo crea anualmente Endesa? ¿Cuántos puestos de trabajo se pueden generar si cambiamos de las nucleares y las carboneras de Endesa a energía solar distribuida? Hay que fabricar los paneles solares, hay que fabricar las obleas de silicio, hay que fabricar las celdas fotovoltaicas, hay que montar esos paneles en las casas, hay que montar las líneas de distribución.

Hay que poner en marcha una agricultura para la producción de biocombustibles, las fábricas de los mismos, las líneas de distribución, hay que fabricar coches compatibles. Hay que diseñar los sistemas de producción de hidrógeno, las fábricas de hidrógeno, los gasoductos de hidrógeno, los talleres de producción de coches de hidrógeno, los de reparación, etc. Miles o millones de puestos de trabajo.

La energía solar, en contra de la energía nuclear, puede usarse ya por cualquier ciudadano. Está en las tiendas. Podrá usarse mejor dentro de unos años, pero puede usarse ya. ¿Es cara? ¿Es cara la ampliación del Museo Reina Sofía, el Guggenheim de Bilbao, el Palacio de las Ciencias de Valencia? ¿Qué quiere decir 'caro' y 'barato'? ¿Son 'baratos' los 2.000 millones de euros del programa estatal de autovías? ¿Los 3.000 millones de euros de los túneles de Madrid?

Francia, en Bruselas, quiere imponer sus centrales nucleares. Las centrales nucleares son: Peligrosas, pueden estallar. Consumen un agua de la que carecemos. Producen residuos radiactivos. ¿Para qué necesitamos las nucleares si tenemos el Sol, que es el recurso español por excelencia?

Seamos animales racionales. Pesemos todas las alternativas. Se habla (Lovelock, El Mundo, 8/03/2007) de que solo tenemos la alternativa nuclear. ¿De dónde saca este señor, con todo lo 'gurú' de la ciencia verde que pueda ser, que la energía solar no puede dar la respuesta al problema? La energía del viento y del Sol se almacena en forma de hidrógeno, que luego se emplea para cualquier necesidad.

Tenemos la solución en nuestras manos. Solo la ignorancia, o el chantaje empresarial, los gasoductos, los dineros invertidos en pozos de gas natural, solo esto puede cegar los ojos de nuestros líderes.

¿Serán capaces de, por una vez, de vivir en el mundo real en vez de un paraíso virtual? Si ponen los pies en el suelo potenciarán la única solución viable, y existente en la actualidad: la energía solar en sus cuatro vertientes, biocombustibles, fotovoltaica, térmica y eólica.

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