Protocolo de Kyoto: el fósil del día,

Alejandro Nadal, 02/01/2005,
La Jornada

En la décima Conferencia de las partes (COP 10) del Protocolo de Kyoto, llevada a cabo hace dos semanas en Buenos Aires, se entregó el premio "Fósil del día". Este premio de ironía es para los países, organizaciones o compañías que más contribuyen al calentamiento global inyectando gases de efecto invernadero en la atmósfera. Estos son los gases que capturan la radiación infrarroja y producen el calentamiento global que, a su vez, está asociado con graves perturbaciones de clima, derretimiento del hielo en los polos y en glaciares, aumento del nivel del mar, daños para asentamientos humanos, alteraciones de todo tipo de ecosistemas y deterioro en la agricultura mundial.

El premio es otorgado cada año por la Red de Cambio Climático (CAN, por sus siglas en inglés), un frente que agrupa más de 360 organizaciones civiles comprometidas con el objetivo de frenar el calentamiento global. Este año el premio le correspondió a dos contendientes pesados: Estados Unidos y Arabia Saudita.

El premio estuvo muy peleado. El Banco Mundial (BM) llegó a la recta final con un récord envidiable. Aunque el BM se comprometió con el desarrollo sustentable desde 1992, sólo uno de cada 17 proyectos relacionados con energía está enfocado a las fuentes renovables. Desde 1992 se apoyaron 332 proyectos basados en hidrocarburos que inyectarán 44 mil millones de toneladas de gases invernadero a la atmósfera durante su vida útil. El BM mantiene su retórica verde, pero fomenta proyectos de energía no sustentables y promueve las "oportunidades de negocios" creadas como mecanismo flexible en el marco del Protocolo de Kyoto (PK).

Otro contendiente importante este año fue el lobby de las compañías de aviación. Quizás el jurado no lo tomó en consideración, pero la turbosina utilizada por las compañías de aviación de todo el mundo genera gases que contribuyen al calentamiento global. Cada año las 16 mil aeronaves de pasajeros en el mundo inyectan a la atmósfera más de 600 millones de toneladas de dióxido de carbono. Ese monto equivale a la producción de dióxido de carbono por la actividad humana en toda Africa.

Para el año 2015 las compañías de aviación duplicarán el número de pasajeros transportados. Esta es la fuente individual más dinámica de producción de dióxido de carbono. Los subsidios fiscales de todo tipo que se otorgan a las compañías de aviación (y a los fabricantes de aviones) permiten mantener el crecimiento desenfrenado en este sector. El mundo está a merced de esta industria, y poco se puede hacer para controlarla.

A pesar de los contendientes, el jurado prefirió dar el premio a Estados Unidos y Arabia Saudita por sus "decididos esfuerzos y trabajo conjunto para impedir que sea frenado el cambio climático global". Además, Estados Unidos y Arabia Saudita actuaron inmoralmente al alegar que la reducción en las ventas de hidrocarburos daña las economías de los países exportadores de petróleo. Eso evitó que el Grupo de los 77 adoptara una resolución unificada para obtener mayores recursos financieros para la adaptación al cambio de clima en los países más vulnerables.

Sin duda está bien otorgar el premio "Fósil del día" este año a los dos mayores amigos de los hidrocarburos. La adicción de la economía estadunidense y su principal reserva de abastecimiento se lo han ganado a pulso. Pero no hay que engañarse. El Protocolo de Kyoto tiene otros enemigos. Y quizás la peor amenaza viene de adentro.

El PK distingue entre países sujetos a una meta de reducción de gases invernadero (países industrializados) y aquellos que no lo están. Para los primeros, el tratado permite recurrir a cuatro mecanismos "flexibles" para facilitar el cumplimiento de las metas. Entre estos mecanismos se encuentra la aplicación conjunta (un país con metas invierte en la reducción o secuestro de emisiones en otros países y obtiene "unidades de reducción de emisiones") y el de "burbujas" (un grupo de países define una meta agregada y distribuye las obligaciones entre sus miembros). Pero los más controvertidos son el llamado mecanismo de desarrollo limpio (certificación de reducción de emisiones a través de inversiones en países que no tienen metas) y el mercado de cuotas de emisiones permitidas (un país deficitario puede comprar cuotas autorizadas a otro país con superávit). Los últimos dos mecanismos podrían ser una ruta de escape para eludir obligaciones adquiridas por los países industrializados bajo el PK.

A 12 años de la aprobación de la Convención de Cambio Climático y siete del Protocolo, las emisiones globales han seguido creciendo y la concentración de gases invernadero ha aumentado 10 por ciento sobre los niveles de 1990. La ratificación por Rusia permitirá que el PK entre en vigencia a principios de 2005. Pero los mecanismos flexibles podrían dar al traste con las metas (de por sí, modestas) del PK. Si no mejoran las cosas, el mismo Protocolo de Kyoto podría ser declarado fósil del día en un futuro no muy lejano.

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