¡Buenos días!

Aladin Delon para Globalízate, 04/07/2016

¡Buenos días!
The wall on which the prophets wrote/Is cracking at the seams
Epitaph, King Crimson (1969)

La película-documental francesa "Mañana" (Demain) de las directoras Cyril Dion, Mélanie Laurent (1) trata de ser un ejercicio narrativo que insufle esperanza a aquellas personas, los "pequeños mamíferos" de los que hablan Gilles Billen y Julia le Noë en su artículo publicado en este actualización de nuestra web (2), que creemos necesario un cambio de modelo. Quienes consideramos que seguir así, caminando hacia el abismo, no tiene ninguna lógica y acarrea el padecimiento del Planeta y sus moradores, nosotras incluidas.

Últimamente son muchos los motivos para el pesimismo. Los "grandes dinosaurios" (2), esos amantes del poder a toda costa y "delimitadores de las primaveras" (3), y sus adláteres, los "pequeños reptiles" están heridos mientras el sistema en el que han ido creciendo sin (aparentemente) limitaciones espaciales se tambalea por sus cimientos. Allí abajo, (vistos desde arriba por los grandes saurios) pequeñas, estamos las personas que en nuestra diversidad nos hemos unido (y seguimos haciéndolo) para agitar esta vasta estructura.

Cuesta acometer y participar de cambios tan tremendos como los que se nos vienen. Se trata de un desafío al tiempo que resulta muy estimulante saberse parte de la solución (y no solo del problema): abandonar la culpabilidad judeocristiana para sumergirnos en la sonrisa y esperanza. Es un ejercicio complejo, un gran desafío, que pasa por renunciar a nuestros privilegios, adquiridos, en muchos casos, en base al sufrimiento de otras personas, de otros seres vivos, aquí y allí.

Renunciar a mis privilegios como hombre blanco europeo occidental y heterosexual no es sencillo (4). Requiere primero aceptar que los tengo. Hecho que no es baladí en tanto que, como apuntaba antes, supone aceptarme co-partícipe del dolor sufrido por otros seres: mujeres, niños y niñas, homosexuales, pobladores de zonas del planeta que, como decía Eduardo Galeano "han tenido la malísima suerte de tener alguna materia prima de valor para el comercio... bajo los pies" (5)... todos esos seres que en algún momento han sido o son "nadies"... "que valen menos que la bala que los mata". La bala, la tecla de ordenador, el cuchillo o el movimiento bursátil... Tras la aceptación vendrá la renuncia a los privilegios tangibles, ejercicio más arduo si cabe, pero segura y finalmente enriquecedor.

En "Mañana" se sugiere una idea que creo es fundamental: la riqueza del cambio hacia un sistema más justo está en la diversidad (1). La diversidad en la educación, en la economía, en las personas y sus relaciones, en la forma de producir e ingerir alimentos... Hasta ahora, el pensamiento dominante se ha basado en la uniformidad. El "conmigo o contra mí", el engendro del miedo a todo aquello que no sea como nosotros, que difiera de la forma de pensar y actuar dominante, única.

Se ha instaurado así la sociedad de la "incomunicación e hiperactividad" del individuo. Estamos incomunicados con quienes producen los alimentos que comemos, quienes extraen las materias primas de nuestros aparatos, de nuestras familias, de nuestros vecinos y compañeras de trabajo... A cambio se nos ofrece la "sobre-comunicación" ficticia: una piel de datos y más datos, de información "irrelevante"* sobre personas a quienes no importamos nada, sobre hechos baladíes...

Una sola forma de comunicarse, la de la masa. Una única forma de producir, de trabajar la tierra y de alimentarse, encarnada en monocultivos destinados a sostener grandes corporaciones productoras de agroquímicos, de producir los piensos de los animales que no paramos de comer y/o tirar a la basura (6). De producir energía y consumirla, de moverse...

En la edad de la exclusividad, del yo por encima del nosotras, se nos exige pertenecer a grupos inoperantes en lo que a acciones efectivas de cambio hacia la libertad de pensamiento y actuación se refiere. Somos parte de un grupo, sí, pero se suele tratar de colectivos en donde sus integrantes están atados de pies y manos, en donde nuestras cabezas están rodeadas por vendas... huimos de la soledad, pero lo único que nos interesa es ser únicos. Exclusivos en aquellas "cosas" con las que nos hemos identificado: trabajo, vestuario, destino de vacaciones, modelo de teléfono o de coche: producción y consumo. Solamente nos permitimos ser "únicos" dentro de los códigos y el lenguaje mudo del capitalismo. Más allá existe únicamente el rechazo de la masa.

Es hora de abrazar la diferencia real. La diferencia que nos acerque a nuestro yo más íntimo. El que abraza al otro por lo que es, por todo aquello que nos puede enseñar sobre nosotras mismas.
Y ahí están las evidencias de que el cambio se está produciendo. En la forma en que nos empezamos a relacionar, a interactuar... En cómo lo que parecía inamovible comienza a no serlo... nuevas formas de comunicar y de comunicarse, de expresarse. Nuevas formas de relacionarnos entre nosotros y con nosotros y nuestro entorno.

Y estas evidencias no forman parte del mañana. El mañana ha llegado, por fin.

¡Levantad las persianas y abrid las ventanas!

*Relevante para las empresas e instituciones que nos controlan como consumidores, etc. (7)
1) https://www.karmafilms.es/manana/
2) http://globalizate.org/getArticle?authors=Gilles+Billen+y+Julia+Le+No%EB&date=2016-07-04&title=El+manifiesto+de+los+pequenos+mamiferos
3) https://www.youtube.com/watch?v=N5yHe7XzptY
4) https://www.diagonalperiodico.net/global/29764-privilegio-blanco-y-la-conciencia-critica-respuesta-barbijaputa.html
5) http://www.losnadies.com/poem.html
6) http://www.globalizate.org/getArticle?authors=Alberto+Sanz-Cobena&date=2015-04-03&title=Tenedores+y+cucharas+al+combate+del+Cambio+Climatico
7) https://es.wikipedia.org/wiki/Big_data

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