Guerras comerciales se dan en los cuatro rincones del planeta
Agencias, 05/06/2005, El Mundo SVDiferencias, Proteccionismo, salvaguardas y subsidios llevan a la discordia
La formidable ‘batalla aérea’ Boeing-Airbus, reactivada esta semana, será “la más grande, la más difícil y la más costosa” de la historia, pero es sólo una más de las guerras comerciales extendidas a los cuatro rincones del planeta.
Estados Unidos versus Europa, en aviación. Brasil versus Canadá, en el mismo sector. China versus Occidente, debido a los textiles.
Estos son sólo algunos de los conflictos que darán más de un dolor de cabeza a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a su futuro director desde setiembre próximo, el francés Pascal Lamy.
El británico Peter Mandelson, Comisario europeo de comercio, no dudó esta semana en calificar de “más grande, más difícil, más costosa” la pelea de los gigantes de sector aeronáutico, el estadounidense Boeing y el europeo Airbus, que se disputan ferozmente el mercado mundial.
Estados Unidos acudió esta semana a la OMC para denunciar las indebidas ayudas públicas que recibiría Airbus. La Unión Europea (UE) hizo de inmediato lo propio, acusando a su vez a Boeing de beneficiarse de subvenciones contrarias al acuerdo de 1992, que regula los apoyos en la aeronáutica civil.
Desenterrada el hacha de guerra, el telón de fondo de la pelea refleja un encarnizado duelo industrial y comercial entre dos proyectos de aviones civiles.
En competición: el futuro 7E7 de Boeing, y la “respuesta” de Airbus, el A350, rivales en un mismo y atractivo mercado, el de los aviones de gama media y largo recorrido.
Esta disputa ante la OMC -en realidad, dos procesos paralelos- no se resolverá hasta 2006, o quizá más tarde.
Y es similar a la polémica que acaban de reactivar también la brasileña Embraer, cuarto fabricante mundial de aviones comerciales, y su principal competidor canadiense Bombardier.
Brasil y Canadá -viejos conocidos en la OMC por sus anteriores litigios en el sector aeronáutico- también se acusan recíprocamente de recibir subsidios.
Pero ¿pueden los grupos aeronáuticos sobrevivir sin dinero público?.
“Es el gran interrogante. Hoy nadie sabe muy bien si esta industria puede vivir sin la ayuda, directa o indirecta, de los Estados”, afirma un ex directivo de Airbus al diario francés Libération.
Desde sus albores, hace un siglo, la industria aeronáutica se erigió y desarrolló con el apoyo del erario público. Esta industria, enormemente costosa, difícilmente puede competir sin un “empujón” de los poderes públicos, consideran algunos expertos.