Lo pequeño es hermoso y también útil
Louis Lasalle para Globalízate, 25/01/2013
Vivimos unos días convulsos en los que está siendo duramente atacado todo lo público o aquello que se construye para traer un bien a la sociedad en lugar de a ciertos bolsillos. Además de estar utilizando esta "crisis" para demoler todo tipo de estado social, los "think tanks" ultraliberales y sus medios de comunicación se dedican predicar su ideología por lo largo y ancho del mundo. Recuerdo que hace un par de años estuve viendo un vídeo de un programa semanal que consistía en que un reportero de la línea del Tea-Party iba buscando supuestos derroches de dinero público. El objetivo ideológico era claro: transmitir la idea de que lo público es una pérdida de dinero y de eficacia, y evidentemente lo privado está ahí para resolvernos todos los problemas.
Ni que decir tiene que la ineficacia y la reducción de calidad que vienen tras las privatizaciones en áreas tan importantes como la sanidad, la educación o el agua potable, han sido demostrados con miles de ejemplos reales. Ya no quiero entrar ahí. Como ustedes saben, la actividad generadora del conocimiento, es decir la ciencia, está siendo desmantelada en muchos países en favor de la investigación privada con fines comerciales. La sociedad pierde así un gran aliado. Por ejemplo, está claro que el estudio de la contaminación interesa a toda la sociedad que la recibe, pero no a las empresas que la generan. ¿Se imaginan un mundo en el que los problemas de contaminación los investiguen en privado las grandes industrias? En muchos casos, detrás de la acción concreta de destrucción de la ciencia pública está también la dogmatización de la sociedad mediante el descrédito a los científicos y la generación de confusión. Está el claro ejemplo de los negacionistas del cambio climático y de los oscuros intereses que ellos protegen, de los que hemos hablado largo y tendido en esta web.
Pues volvamos al presentador del Tea-Party en USA. Una semana escogió al conservador de una colección de insectos de un museo que recibía por su trabajando un sueldo normal. Este presentador indigno fue a reírse de él intentando mostrar que era una dilapidación de dinero público pagar su sueldo para que estuviese almacenando "bichos". El científico le respondió que las colecciones de biodiversidad son pilares en el estudio de control de plagas agrícolas y de transmisión de algunas enfermedades. Le dejó planchado.
Esta semana la revista Nature publica una carta de los investigadores Winker & Withrow1 en la que señalan cómo su pequeña colección de aves de la University of Alaska Museum in Fairbanks en Estado Unidos lleva años prestando un enorme servicio a la comunidad científica. Esta colección se mantiene solamente con un trabajo para dos personas con jornada reducida. La información allí recabada por numerosos investigadores ha facilitado la publicación de muchos artículos científicos, hasta tal punto que si la colección fuese una persona sus méritos equivaldrían a los de un premio nobel. Los autores señalan que esto debería ser una señal positiva para recuperar la inversión de estas ricas y baratas despensas del conocimiento y la diversidad. Igual en Standard & Poor´s no lo ven así pero ya ha quedado claro que los objetivos de los que nos llevan por el triste camino de la "austeridad" nunca han sido los de mejorar la vida de los ciudadanos.
1 Winker, K., Withrow, J.J., 2013. Small collections make a big impact. Nature 493, 480-480.