La ciencia desmiente a la propaganda empresarial: La extracción a cielo abierto de arenas bituminosas en Canadá SÍ causará la emisión de enormes cantidades de carbono
Louis Lasalle para Globalízate, 16/04/2012Con el “pico del petróleo” sobrevolando nuestras cabezas y un precio de los combustibles fósiles cada vez más alto, el mantenimiento de nuestro sistema de crecimiento perpetuo requiere de la explotación de nuevos tipos de combustibles fósiles. La era de las energías sucias ha llegado de la mano del gas de esquisto y de las arenas bituminosas. Eso no quiere decir que las empresas productoras no vayan a mover toda su maquinaria mediática y propagandística para generar una falsa imagen de “energía limpia”. Menos mal que todavía queda algo de ciencia realizada en universidades públicas que aporta datos y evidencias sobre las consecuencias de ciertas actividades industriales.
Los investigadores Rooney et al. (2012) han publicado esta semana un artículo en la prestigiosa revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) con unas conclusiones categóricas: Los cambios causados por la explotación a cielo abierto de 167.000 hectáreas en Alberta (Canadá) van a causar enormes impactos ambientales entre los que destaca la movilización de importantes sumideros de carbono. Sin embargo los representantes de las empresas explotadoras nos dicen “retornaremos la tierra que utilicemos y replantaremos los mismos árboles y plantas generando el hábitat previo para las mismas especies que lo habitaban”.
Según los investigadores, estas declaraciones no podían estar más alejadas de la realidad y son solamente lo que en inglés se conoce como “greenwashing” (lavado verde de imagen). La realidad es que la zona a explotar es una zona de humedales que mantiene enormes turberas que son importantísimos sumideros de carbono. En la restauración posterior a la explotación el 65% de estas turberas serán sustituidas por bosques. Esto supondrá no solo la desaparición del hábitat que existía previamente sino que supondrá la emisión de millones de toneladas métricas de carbono y la disminución del potencial de secuestro de carbono. Dejando de un lado la perspectiva ambiental y yendo directamente a la económica, los autores estiman una pérdida de entre 590 y 2500 millones de dólares en capital natural al precio que se está valorizando la tonelada de carbono.
Teniendo clara la distancia entre lo que las empresas petrolíferas han afirmado en este caso y la realidad ¿Se imaginan un mundo en el que investigaciones como estas sean solamente financiadas por la propia empresa petrolífera?
Referencia
Rooney, R. C., Bayley, S. E., and Schindler, D. W. (2012): Oil sands mining and reclamation cause massive loss of peatland and stored carbon, Proceedings of the National Academy of Sciences, 109, 4933-4937, 10.1073/pnas.1117693108.