Nuevos datos sobre las emisiones de dióxido de carbono debidas a la deforestación de los bosques tropicales

Eduardo Velázquez para Globalízate, 06/06/2012

Según un artículo publicado en la nueva sección de “cambio climático” de la prestigiosa revista científica “Nature”, la cantidad total de carbono almacenado en los bosques tropicales es bastante mayor de lo que pensábamos. Las emisiones de dióxido de carbono debidas a la deforestación de los mismos, sin embargo, también lo son.

Los paneles superiores muestran la distribución de frecuencias de carbono en unidades de Mg C ha-1 para cada región..  Las figuras de abajo proporcionan ejemplos de una mayor resolución del detalle espacial presente en el satélite derivado del conjunto de datos sobre biomasa.

La mayoría de nosotros y nosotras sabemos que los bosques tropicales albergan una enorme variedad de especies vegetales y animales. Ello se traduce en una enorme información genética de incalculable valor para la investigación de los procesos evolutivos que dieron lugar a la vida en la tierra tal y como hoy la conocemos, así como para los más recientes avances en biomedicina y farmacología. Es menos conocido, sin embargo, que los bosques tropicales albergan hasta un 70-80% del carbono total existente en la tierra en sus suelos y en la biomasa (masa de los troncos, ramas y hojas) de los árboles que forman los mismos.

Dado que los bosques tropicales han sufrido y están sufriendo un importante proceso de deforestación, la estima del carbono total que almacenan y del dióxido de carbono que se libera a la atmósfera tras la quema o la tala de los mismos es un hecho de vital importancia para los estudios que evalúan los cambios en la composición de los gases que forman parte de la atmósfera y el efecto de estos cambios sobre los seres humanos y los ecosistemas. Sin embargo, La estima del volumen total de carbono almacenado en los bosques tropicales ha estado siempre sujeta a un cierto nivel de inexactitud, lo que introduce a su vez un cierto nivel de inexactitud en la evaluación de las emisiones de dióxido de carbono producidas por su deforestación.

Hasta ahora, los inventarios más completos de la cantidad de carbono almacenado en los bosques tropicales eran los Global Forest Resources Assessment (a los que nos referiremos a partir de ahora como GFRA), realizados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO según sus siglas en inglés). Los GFRA están basados en gran medida en los inventarios nacionales realizados por los países en cuyo territorio se encuentran este tipo de bosques, y estos inventarios tienen dos problemas. El primer problema es que estos inventarios suelen estar muy enfocados en las especies de árboles “maderables” (es decir, de interés para la industria maderera), que existen en estos bosques. El segundo problema es que muchos países que cuentan con enormes superficies ocupadas por bosques tropicales no realizan inventario alguno, bien porque no disponen de departamentos especializados dentro de su estructura administrativa, o bien porque se encuentran en una difícil situación política y económica que no les permite realizarlo.

Este es el motivo que empujó a un grupo de investigadores de las universidades de Boston y Maryland, y del The Woods Hole Research Center de Massachusetts (EEUU), a realizar un nuevo trabajo de cuantificación del carbono total acumulado por los bosques tropicales y de las emisiones de dióxido de carbono que supone la deforestación de los mismos. Los resultados del este trabajo han sido publicados on-line el pasado 29 de Enero en la sección especial de cambio climático de la prestigiosa revista científica Nature. Estos autores han utilizado para su evaluación una combinación de estimas de biomasa en campo tomadas entre 2008 y 2010 en un gran número de países, con datos espaciales de interferometría LiDAR tomados por el satélite ICESat de la NASA en América del Sur, África y el Sudeste Asiático. Los LiDAR son un tipo especial de datos obtenidos a partir de rayos láser lanzados desde satélites o aviones cuya señal de vuelta en el equipo emisor aporta una valiosísima información numérica acerca de la distancia a la que se encuentran los objetos, lo que permite evaluar con bastante exactitud sus dimensiones y volumen.

Los resultados de este trabajo arrojan interesantes y novedosas conclusiones. En primer lugar, demuestran que el volumen de carbono alojado en los bosques tropicales de América del Sur, África y el Sudeste Asiático es bastante mayor de lo que suponían las estimas de los GFRA. Es decir, los suelos y los árboles de los bosques tropicales son un almacén de carbono mayor que el que suponían los GFRA. Sin embargo, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera provocadas por la deforestación de este tipo de bosques son también mayores de lo que pensábamos. En particular, las emisiones debidas a la quema y el aclarado de los bosques son ligeramente mayores, pero las debidas al cambio de uso del suelo que suponen la implantación de pastizales para la ganadería o grandes parcelas de cultivo donde antes había un bosque son hasta dos veces mayores. El estudio también aporta información acerca de las variaciones de la cantidad de carbono acumulado y las emisiones debidas a la deforestación entre distintas regiones dentro de los trópicos. Los dos países cuyos bosques albergan una mayor cantidad de carbono son Brasil, el país que posee la mayor proporción de superficie perteneciente a la Cuenca Amazónica, y la República Democrática del Congo, en África Central, en donde la pérdida de superficie forestal ha sido relativamente pequeña en relación con otros estados vecinos. Por otra parte, mientras en el Sudeste Asiático la deforestación se ha centrado en áreas cuya cantidad de carbono acumulada era menor que la media, en América del Sur ha ocurrido exactamente lo contrario. Es decir, aunque la deforestación en la isla de Borneo (Indonesia y Malasia) ha dado lugar a la reducción de una mayor superficie proporcional del área ocupada por bosques y ha tenido lugar en mucho menor tiempo, es decir, ha sido “cuantitativamente” mayor, que la deforestación en la Cuenca Amazónica (Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú), esta última ha sido cualitativamente mucho más dañina porque ha afectado a bosques con un mayor volumen de carbono acumulado.

Los datos aportados por este trabajo son de obligado conocimiento para las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales centradas en la conservación de los recursos forestales de los trópicos y suponen una información muy útil para actualizar las cifras relativas a la emisión de dióxido de carbono de las naciones que cuentan con bosques tropicales en su territorio, así como el papel de estos como almacenes de carbono a escala global.

Referencias

Baccini A., Goetz S.J., Walker W.S., Laporte N.T., Sun M., Sulla-Menashe D., Hackler J., Beck P.S.A., Dubayah R., Friedl M.A., Samanta S. y Houghton R.A. 2012. Estimated carbon dioxide emissions from tropical deforestation improved by carbon-density maps. Nature Climate Change. doi:10.1038/nclimate1354

Artículo en Nature: http://www.nature.com/nclimate/journal/vaop/ncurrent/full/nclimate1354.html

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