¿Por qué la superación del hito de las 400 ppm apenas ha causado noticias?

Andrew Simms, 29/06/2013,
The Guardian

La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha sobrepasado la cifra de 400 ppm. Photograph: PA

Acostumbramos a crear pautas que puedan explicar la teoría de los números redondos de la historia. En la facilidad de los números redondos buscamos por hábito orden y significado, aunque puede que no existan. Naciones enteras hacen un alto en sus quehaceres para celebrar un aniversario regio arbitrariamente divisible por el número diez o el cinco. Inversamente, al llegar al primer milenio del cristianismo, se esperaba que un apocalipsis marcara el redondo año 1000 de nuestra era.

Cuando el apocalipsis no se materializó, los milenaristas dijeron que no se habían equivocado; simplemente, no habían tenido en cuenta los años de la vida de Cristo. El final se produciría sumando 33 años a los 1000. No aprendemos. ¿Recuerdan la anticipación febril al año 2000? A pesar del hecho de que en otros calendarios era un número redondo mucho menos atractivo: el año budista 2544 y el año 5760-5761 del calendario hebreo.

Damos una importancia irracional a los grandes números redondos, les inyectamos significado y los usamos para reflejar o crear alarma. Resulta extraño, entonces, que cuando aparece un número redondo, simbólico de una amenaza auténtica a la estabilidad de la civilización, un número que merece una reflexión, cuando no un poco de alarma, apenas produjera más que una pequeña ola. Los periódicos especialmente, para los que remarcar los números redondos es la excusa más fácil para informar de una cuestión y llenar páginas, en su mayor parte bostezaron indiferentes.

El 10 de mayo se hicieron públicas las lecturas del Observatorio de Mauna Loa, en Hawaii. Mostraban que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera había sobrepasado 400 partes por millón (ppm). Una lista de twitter,@Keeling_curve, de la Scripps Institution of Oceanography at UC San Diego había dado esas cifras diarias.

Para poner la cifra en perspectiva, recordemos las palabras de James Hansen en 2008: "Si la humanidad desea conservar un planeta similar a aquel en el que se ha desarrollado la civilización y al que se ha adaptado la vida en la Tierra ... es necesario que el CO2 se reduzca ... a como máximo 350 ppm".

No es por tanto un centenario o jubileo de diamante, solo un número redondo claro en un camino que nos aleja del clima en el que nació la civilización y nos conduce a un futuro, si la situación no cambia, en el que con seguridad el caos y las perturbaciones serán mayores.

¿Qué prioridad dieron a esto al día siguiente los periódicos británicos de ámbito nacional, cómo lo categorizaron con respecto a otros eventos importantes? Las primeras páginas, una prueba evidente, nos ofrecen una lectura interesante.

The Mirror, con glorioso abandono, salió con una oferta de un viaje gratuito al espacio y con algo referido al escándalo Savile, de larga trayectoria. The Sun, más prosaico, empezaba con un viaje gratuito a Legoland y algo sobre el retiro como manager de fútbol de Alex Ferguson. The Express decía algo sobre las pensiones y el Daily Mail advertía sobre "la venta de drogas letales de la Amazonía". The Times sacaba un tema referido a la policía metropolitana y The Telegraph contaba algo sobre un asesor del número 10. The Financial Times se mantenía en su zona confortable con otra historia de corrupción bancaria. Incluso The Guardian, que dio cobertura a esta historia en las páginas de interior y en la versión digital, dio la prioridad de la primera página a un informe acerca de cómo la carne de caballo se estaba introduciendo sin control en la cadena de la alimentación humana. Solo el humilde Independent cubrió la noticia en su primera página.

Esta lasitud concerniente a eventos que determinan nuestras posibilidades de supervivencia colectiva y social puede explicar el motivo de que la institución británica, conocida como el House of Commons Transport Committee, no viera nada malo en elegir ese mismo día para celebrar la llamada a la expansión de la aviación: el modo de transporte que más daño hace al clima.

Esta falta de consenso en las prioridades de los políticos y los medios de comunicación contrasta con el consenso científico, con varios estudios realizados con el método de peer-review que demuestran muy poco desacuerdo sobre la realidad y dan una importancia decisiva a enfrentarse al calentamiento global provocado por el hombre.

Científicicos de la Universidad de California, Berkeley, recientemente coordinaron una "declaración de consenso" firmada por más de 500 científicos de todo el mundo que llegaba a la conclusión de que el camino actual de nuestra economía nos está conduciendo rápidamente a un punto de inflexión, cuyo resultado será la degradación importante de la calidad de la vida humana.

Más allá de ese consenso, todo lo que está fuera de la vista está fuera de la mente. Pero podríamos abordarlo con una simple innovación. La prensa y los medios de radiodifusión nos informan todos los días de estadísticas aburridas. Nos cuentan los tipos de cambio de divisas y el rendimiento de los mercados de valores de una manera que refuerza el prejuicio de que esas cosas importan realmente. ¿Por qué no introducimos el mundo real en medio y añadimos una notificación diaria del crecimiento del nivel de CO2 en todos los periódicos y en los medios de transmisión más importantes? No tendrá un coste extra, será más difícil ignorar la cuestión y, por tanto, el precio de hacerlo será realmente alto.

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