Análisis del Met-Office revela "las claras huellas" humanas del cambio climático

Alok Jha, 15/03/2010

Es una posibilidad “cada vez más remota” que la actividad humana no sea la principal causa del cambio climático, según una gran revisión del Met Office de más de 100 estudios científicos que han realizado un seguimiento de los cambios observados en el sistema climático de la Tierra.

Cambio en la temperatura superficial 1970-2004

La investigación reforzará la opinión del cambio climático inducido por el hombre frente a los escépticos que argumentan que los cambios observados en el clima de la Tierra puede ser explicados mayoritariamente por al variabilidad natural.

Los climatólogos y cuerpo climático de la ONU, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) han estado bajo una intensa presión en los meses previos después de que el IPCC fuera forzado a admitir que había cometido dos errores en su cuatro informe de evaluación publicado en 2007. Los e-mails hacheados de los científicos de la Universidad de East Anglia en noviembre han también encendido una serie de investigaciones con acusaciones de falta de transparencia de los investigadores y manipulación de los procesos de revisión por pares.

Preguntado sobre si este estudio fue específicamente preparado como una respuesta, Peter Stott, que dirigió la revisión, dijo que el documento fue originalmente elaborado hace un año. Pero añadió: “Espero que la gente vea las evidencias y aclare sus pensamientos en base a ellas.”

Los científicos emparejaron los modelos de computadora de diferentes posibles escenarios del cambio climático –naturales y humanos- para medir cambios en factores tales como la temperatura del mar y del aire, la cubierta de hielo marino del Ártico y los patrones de lluvia globales. Esta técnica llamada “detección óptima”, mostró claras huellas del cambio climático inducido por el hombre, según Stott. “Esta riqueza de evidencias muestra que hay una remota posibilidad de que el cambio climático esté siendo producido por factores naturales más que por factores humanos.” El documento revisó numerosos estudios que fueron publicados desde el último informe del IPCC.

La detección óptima considera a que extensión una observación puede ser explicada por la variabilidad natural, tal como un cambio en el rendimiento del sol, una erupción volcánica o El Niño, y cuanto puede ser explicado por el bien establecido incremento en dióxido de carbono y otros gases invernadero en la atmósfera.

Según la NASA, la pasada década fue la más cálida registrada y 2009 el segundo año más cálido. Las temperaturas han subido 0.2 ºC por década durante los últimos 30 años y la temperatura media global se ha incrementado 0.8 ºC desde 1880.

La evidencia de que el sistema climático está cambiando va más allá de medir la temperatura del aire, sino que gran parte de las nuevas evidencias vienen de los océanos. “Sobre el 80% del calor atrapado en el sistema climático como resultado de los gases invernadero es exportado al océano y se puede ver que está pasando, “dice Stott. “Otra razón es que la salinidad está cambiando –cuando la atmósfera se calienta, hay más evaporación de la superficie del océano (haciéndose más salado), lo que es más notable en el Atlántico subtropical.”

Esto también enlaza con cambio en el ciclo global del agua y en los patrones de lluvia. Cuando la atmósfera se calienta, se ha vuelto más húmeda, exactamente como los modelos climáticos habían predicho. “Esta clara huella ha sido vista en dos conjuntos de datos independientes. Uno desarrollado en el Met Office Hadley Centre, corroborado con datos de satélites.”

La capa de hielo Ártico también está retrocediendo – el mínimo veraniego de hielo marino está declinando a una tase de 600000 km2 por década, un área aproximadamente del tamaño de Madagascar. De nuevo, el descenso del hielo marino es predicho en los modelos climáticos.

La lluvia también aumenta en altas latitudes del hemisferio norte y en amplias franjas del hemisferio sur, mientras en los trópicos y subtròpicos desciende. “La regiones ya húmedas se están volviendo más húmedas y las regiones secas más secas,” dice Stott. “ahora tenemos estudios que puede identificar esta huella en los datos observacionales.”

La revisión, publicada en el Wiley Interdisciplinary Reviews: Cliamte Change, encontró que las causas naturales de la variación climática, incluyendo cambios en el rendimiento energético del sol y erupciones volcánicas, no podrían por si solas explicar los cambios. “No ha habido un incremento en la emisión del sol durante los últimos 50 años y la energía solar no habría causado un enfriamiento en la alta atmósfera y el calentamiento en la baja atmósfera que hemos visto,” dice Stott.

Si el cambio climático observado fue debido completamente a la actividad solar, la atmósfera de la tierra se habría calentando más uniformemente –la troposfera y la estratosfera habrían sido afectadas. El calentamiento debido al sol también habría significado que la temperatura debería haberse incrementado más rápidamente antes en el siglo XX, lo que es contrario a lo que actualmente se ha medido.

La revisión es publicada por científicos que también informan de un aumento de las emisiones de metano de una sección del fondo marino del océano Ártico. Este estudio, publicado en la revista Science, muestra que el permafrost bajo la capa Ártica del este de Siberia, considerada antes un almacén seguro de metano, está filtrando grande cantidades del gas a al atmósfera. La emisión de incluso una fracción del metano almacenado en la capa podría disparar un abrupto cambio climático ya que este es un gas 30 veces más potente que el CO2.

“La cantidad de metano que actualmente sale de la capa Ártica del este de Siberia es comparable a la cantidad que sale de todos los océanos del mundo. El permafrost bajo el mar está perdiendo su capacidad de ser una capa impermeable. “comenta Natalia Sakhova, una investigadora de la Universidad de Alaska en el Internacional Artic Reserarch Centre. “La salida a la atmósfera de sólo un uno por ciento del metano que creemos está almacenado en depósitos de hidrato a poca profundidad podría alterar el presupuesto atmosférico actual de metano hasta tres o cuatro veces. Las consecuencias climáticas de esto son difíciles de predecir.”

Traducido por Mario Cuéllar para Globalízate

Artículo original:

http://www.guardian.co.uk/environment/2010/mar/05/met-office-analysis-climate-change

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